Una piel hermosa deja la apariencia más joven y el maquillaje tiene esto como uno de sus propósitos. Entre los diversos elementos de belleza que contribuyen a mejorar y realzar la belleza de la piel, se encuentra el iluminador.
Este elemento se utiliza para diversas funciones, incluyendo la mejora de los rasgos faciales, el brillo de la cara y los ojos dando un aspecto natural, saludable y joven.
El iluminador se puede utilizar tanto de día como de noche, en maquillajes más ligeros o en los más elaborados, sólo es necesario prestar atención a algunos detalles al momento de elegir y aplicar el producto.
Tabla de contenidos
Como escoger un buen iluminador
En polvo, cremoso, en forma de lápiz, efecto bronceado. En fin, existen productos de diferentes colores y texturas disponibles en el mercado y para obtener un efecto natural, el producto debe ser adecuado al tipo y tono de piel.
El tono ideal de brillo
Para las mujeres de piel clara son indicados los iluminadores que se en tonos de plata, mientras que las morenas y las de piel negro deben centrarse en los tonos dorados. Otra opción es utilizar un producto traslúcido que no agrega color, sólo refleja la luz. En cualquier caso, uno debe tener cuidado con el exceso de producto, para no quedar con efecto artificial o demasiado evidente.
La textura adecuada para cada tipo de piel
El tipo de textura del iluminador, además de cambiar el efecto generado también influye en la duración y la calidad de la aplicación, en función de la piel donde sea aplicada.
Las mujeres de piel grasa deben evitar los iluminadores de textura cremosa. Sin embargo, una ventaja interesante de los productos en crema es que éstos se pueden encontrar en las versiones a prueba de agua. De esta manera, dan un efecto más duradero incluso en situaciones de exposición al calor.
Los iluminadores líquidos, son ideales para las mujeres de piel seca porque de alguna manera dejan la piel un poco más hidratada. El formato líquido también se puede usar en pieles maduras. Cuando se aplica junto con el corrector en la región de las ojeras dan un efecto hermoso y rejuvenecedor.
¿Dónde puedo aplicar el iluminador?
En general, los iluminadores se pueden utilizar en los mismos puntos de la cara, lo que cambia es la forma de aplicar y la elección de acuerdo con el tipo de piel
El iluminador se aplica generalmente en cinco áreas de la cara: en los labios, la nariz y la esquina interna de los ojos, en la parte superior de la mejilla y bajo el arco de la ceja. Echa un vistazo a los efectos de la iluminación sobre cada uno de ellas:
1. Por encima de los pómulos
Aplicar el iluminador entre el pequeño hueso de la mejilla y los ojos ayuda a mejorar el aspecto, además de marcar las huellas de los pómulos, dando la impresión de una cara más delgada. Se puede combinar con un polvo bronceador para mejorar aún más el efecto.
2. En el arco de cupido
El arco de Cupido es aquella «V», que queda en la parte superior de los labios. El iluminador en esta región crea un contorno de los labios más evidente y llama la atención de toda la boca. Existen iluminadores en forma de lápiz para facilitar la aplicación del producto en esta región. Además, usted puede encontrar opciones únicas para los labios.
3. En la parte superior de la nariz
En esta región el iluminador se debe aplicar cuidadosamente sólo en el puente de la nariz, sin pasar por la punta o entre las cejas. El efecto es de una nariz más delgada. Es importante trazar una línea recta y fina, para conseguir el efecto deseado.
4. Abajo del arco de la ceja
En este caso, el iluminador sirve para levantar la mirada y para resaltar las cejas. También ayuda a mejorar el maquillaje de ojos.
5. Sobre el punto de luz
El punto de luz queda en la esquina interna de los ojos y la función de iluminar esta zona es la de abrir la mirada. Al igual que en el área de la ceja, ese toque ayuda a mejorar la región de los ojos y el maquillaje en su conjunto.
SinComentarios